La población mundial está envejeciendo hasta tal punto que la Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2050, la proporción de personas mayores de 60 años en el mundo se habrá duplicado, pasando del 11% en el año 2000 al 22% (2 mil millones de personas) en 2050.
Este hecho conlleva que los servicios para las personas mayores adquieran cada vez mayor relevancia en nuestra sociedad y de hecho, en los últimos años están apareciendo nuevos modelos de centros de mayores para dar una atención específica a cada etapa.
En anteriores publicaciones hemos tratado el modelo de apartamento tutelado y las residencias, espacios pensados para facilitar el día a día de la persona sana y también preparados para que eventualmente la persona pueda estar enferma y bien atendida. Pero ¿qué ocurre cuando la persona mayor cae enferma sin perspectivas de mejora?
Cuando la enfermedad o la avanzada edad reducen las perspectivas de supervivencia del paciente entramos en periodos en los que la persona requiere cuidados paliativos tanto a nivel físico como psicológico y, en muchos casos, el centro hospitalario o la residencia no están preparados a nivel de infraestructura y de personal para ofrecer la atención específica que requiere la persona y sus familiares en un momento tan delicado.
En los últimos años, siguiendo una tendencia iniciada en Estados Unidos, están apareciendo los centros denominados centros de cuidados paliativos, que buscan aliviar el dolor físico y emocional de pacientes con enfermedades terminales y sus familias en sus últimos días.
Si bien es cierto que la mayoría de los cuidados paliativos van dirigidos a personas mayores, en estos centros también se atienden pacientes oncológicos y de otras patologías en fase avanzada que padecen sufrimiento y dolor, como son SIDA, demencia o enfermedades degenerativas.
En cualquier caso, siempre se trata de pacientes con una necesidad de mejora de su calidad de vida, alivio del dolor y que requieren ayuda profesional especializada que tenga en consideración su estado y el de sus seres queridos.
Es por ello que es necesario dotar a los pacientes de las infraestructuras apropiadas para que reciban el apoyo profesional necesario. Actualmente encontramos distintas alternativas de centros de cuidados paliativos, desde unidades incluidas dentro de los hospitales, hasta centros de día o equipos de cuidados domiciliarios.
No obstante, nos gustaría destacar los centros monográficos u hospicios, centros dedicados exclusivamente al cuidado de enfermos en situación terminal, con características propias y específicas que los diferencian del resto.
Hospicios de asistencia paliativa
Los hospicios se remontan a finales de los años 60, cuando la enfermera británica Cicely Saunders fundó en el sur de Londres el St Christopher’s Hospice -el que sería el primer hospicio moderno- en el Reino Unido.
Se trataba de un centro en el que se combinaban la atención clínica, el soporte psicológico, la formación y la investigación. Este enfoque holístico proporcionó una base para nuevos modos de tratar y prestar servicios, que en la actualidad se desarrollan por todo el mundo.
Los hospicios cuentan con horarios ininterrumpidos de visitas, tolerancia para permitir visitas de familiares de poca edad o incluso animales domésticos. Es por ello que son centros con una política diferente a los hospitales.
Actualmente la sociedad tiende a evitar hablar del morir y a enfocar los últimos días de vida como una etapa de aislamiento, por ello a veces el cuidado de paliativos puede llegar a ser impersonal y en la mayoría de los casos se presta poca atención a la comunicación entre paciente, familiares y profesional.
En este sentido, el diseño de hospicios de asistencia paliativa se centra en extender el cuidado más allá del paciente, para apoyar a las familias, amigos y al propio profesional que soporta una importante carga emocional en su día a día.
En estos centros, la atención se estructura a través de equipos multiprofesionales e incluye unidades como el control del dolor, alivio de síntomas, cuidados específicos de enfermedades, apoyo espiritual, counselling, ayuda social, terapias complementarias, actividades recreativas, fisioterapia y atención al duelo.
Veamos en detalle los principales criterios a tener en cuenta en el diseño de hospicios.
Criterios de diseño para hospicios de asistencia paliativa
Entre los criterios principales a tener en cuenta en el diseño de hospicios para la asistencia paliativa quizá, el más importante de ellos, es la relación con la naturaleza.
La capacidad de tener control personal sobre el medio ambiente y un sentido de bienestar y confort cobran especial importancia.
Por ello se debe considerar la creación de espacios exteriores propios del edificio y también como extensión del hospicio hacia su entorno urbano más próximo, como jardines, patios o terrazas. Estos espacios de transición también nos permitirán integrar el equipamiento en la sociedad, puesto que es interesante que estos edificios no se encuentren aislados.
El control personal del ambiente interior es también muy importante para los pacientes. Por ello, las salas de cuidados paliativos incluyen con frecuencia elementos de control lumínico, visual e higrotérmico cercanos a las camas de los pacientes, para facilitar su uso.
En cuanto al diseño de espacios interiores, la sostenibilidad, durabilidad y seguridad son los tres conceptos clave. Es imprescindible plantear pavimentos y soportes de agarre en los espacios comunes, así como camas adaptadas o inodoros elevados dentro de las habitaciones, puesto que muy posiblemente los pacientes sean de edad avanzada y esto les facilite su estancia.
También se plantean espacios para los familiares o amigos. Se trata de zonas de relación, de visita, para tomar un aperitivo o incluso espacios más privados donde poder relajarse. Las habitaciones también incluyen la posibilidad de que éstos puedas quedarse a velar por sus seres queridos.
El uso de materiales y colores naturales como la madera es un aspecto clave y universal para los acabados interiores de las diferentes estancias. Es importante crear ambientes cálidos y agradables, huyendo de la imagen típica de un centro hospitalario.
El mobiliario y los accesorios también deben estar basados en el espacio doméstico contribuyendo a generar espacios más amables y familiares, huyendo de la impersonalidad y haciendo sentir a los pacientes como en casa para disfrutar de sus últimos días en un ambiente alegre y confortable.
Finalmente, también cobra especial relevancia la decoración interior que permite humanizar los espacios generando zonas de distracción que mejoran el estado de ánimo de los enfermos.
En este sentido se pueden utilizar desde pinturas en los paramentos interiores hasta juegos o elementos para realizar actividades lúdicas que consiguen enriquecer el espacio y hacerlo más ameno.
———-
Como siempre, finalizar recordándoos el compromiso de CASA Solo con el diseño de espacios sanitarios, como la reforma y ampliación de la residencia y centro de día del Santo Hospital de La Seu d’Urgell, una de nuestras adjudicaciones recientes.
Como arquitectos, somos uno de los pasos necesarios de todo este proceso y nuestro trabajo puede contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes, familiares y profesionales.
Nosotros asumimos esta responsabilidad investigando cada día y poniendo al servicio de nuestros clientes hospitalario toda nuestra experiencia y conocimiento, para juntos conseguir mejorar la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria en nuestro país.
The world population is aging to the point that the World Health Organization estimates that by 2050, the proportion of people over 60 years in the world will double, from 11% in 2000 to 22% (2 billion people) by 2050.
This means that services for older people acquire increasing importance in our society and, in fact, in the recent years new models of old people centres are appearing to give specific attention to each period.
In previous publications we talked about assisted living apartments and public health centres, spaces designed to facilitate the daily lives of the healthy people and prepared to the moment when they may eventually be sick and well attended. But what happens when the old person becomes ill with no perspective of improvement?
When illness or old age reduce the survival perspective of the patient, we enter in periods where the person requires palliative care both physically and psychologically and, in many cases, the hospital or health centre are not prepared at an infrastructure and staff level to provide the specific care required by the person and their family in such a delicate moment.
In the recent years, following a trend that began in the United States, the centres called hospices are appearing, seeking to alleviate the physical and emotional pain of terminally ill patients and their families in their last days.
While it is true that most of palliative care are aimed to old people, these centres also serve cancer and other diseases in advanced stages patients, suffering from pain, such as AIDS, dementia or degenerative diseases.
In any case, it is always about patients with a need for improving their quality of life, pain relief and that require specialized professional help that takes into account their status and their loved ones.
That is why it is necessary to provide appropriate infrastructures to patients so that they receive the necessary professional support. Today we find different alternatives for palliative care centres, from units included inside hospitals to day care centres or home care teams.
However, we would like to highlight the hospices, dedicated exclusively to the care of terminally ill patients, with their own specific characteristics that differentiate them from other centres.
Palliative care hospices
Hospices date back to the late 60s, when British nurse Cicely Saunders founded in south London St Christopher’s Hospice -which would be the first modern hospice- in the UK.
It was a centre which combined clinical care, psychological support, training and research. This holistic approach provided a basis for new ways to treat and provide services that are currently developed worldwide.
Hospices have an uninterrupted visits timetable, tolerance to allow visits from the youngest members of the family and even pets. That is why they are centres with a different policy than hospitals.
Currently the society tends to avoid talking about death and focus the last days of life as a period of isolation, so sometimes the palliative care can become impersonal and in most cases paying little attention to communication between the patient, the family and the professional team.
In this sense, the design of palliative care hospices focuses on expanding care beyond the patient to support families, friends and the own professionals that support a significant emotional burden on their daily lives.
In these centres, the care is organized through multidisciplinary teams and includes units such as pain control, symptom relief, specific care of diseases, spiritual support, counselling, social support, complementary therapies, recreational activities, physiotherapy and bereavement care.
Let’s see in detail the main criteria to be considered in the design of hospices.
Design criteria for palliative care hospices
Among the main criteria to consider in the design of palliative care hospices, perhaps the most important of them is the relationship with nature.
The ability to have personal control over the environment and a sense of wellbeing and comfort are particularly important.
Therefore it should be considered the creation of the building own outdoor spaces, as well as the hospice extension to its nearest urban environment, through gardens, courtyards or terraces. These transitional spaces will also allow us to integrate the equipment in society, since it is interesting that these buildings are not isolated.
Personal control of the indoor environment is also very important for patients. Therefore, palliative care rooms often include lighting, visual, temperature and humidity control systems located near the beds of patients to facilitate their use.
As for the design of interior spaces, sustainability, durability and safety are the three key concepts. It is essential think of pavements and grip supports in common areas, as well as adapted toilets or raised beds inside the rooms, because patients will be very possibly aged and this will make their stay easier.
There are also considered spaces for family or friends. It is about relation, visiting or snack areas, or even more private spaces where they can relax. Rooms should also include the possibility for the family to stay in order to look after their loved ones.
The use of natural materials and colours, such as wood, is a universal key for the interior finishes. It is important to create a warm and pleasant environment, fleeing from the typical image of a hospital.
The furniture and accessories should also be based on domestic space helping to create more friendly and familiar spaces, avoiding the impersonality and making patients feel at home to enjoy his last days in a cheerful and comfortable atmosphere.
Finally, it also becomes especially relevant the interior decoration that allows to humanize the spaces generating areas of distraction that improve the mood of patients.
In this sense there can be used from paintings on the interior walls to games or elements for recreational activities that enrich the space and make it more enjoyable.
———-
As always, we would like to finish remarking the commitment of CASA Solo with the design of sanitary spaces such as the remodelling and enlargement of the nursing home and day centre of the Saint Hospital of La Seu d’Urgell, one of our recent awards.
As architects, we are one of the steps of this process and our work can help to improve the quality of life of patients, families and professionals.
We assume this responsibility researching every day and putting to the service of our hospital customers all our experience and knowledge to improve together the quality and efficiency of health care in our country.
La població mundial està envellint fins a tal punt que l’Organització Mundial de la Salut estima que per a l’any 2050, la proporció de persones majors de 60 anys en el món s’haurà duplicat, passant del 11% a l’any 2000 al 22% (2 mil milions de persones) el 2050.
Aquest fet comporta que els serveis per a la gent gran adquireixin cada vegada més rellevància en la nostra societat i, de fet, en els últims anys estan apareixent nous models de centres de majors per a donar una atenció específica a cada etapa.
En anteriors publicacions hem tractat el model d’apartament tutelat i les residències, espais pensats per facilitar el dia a dia de la persona sana i també preparats perquè eventualment la persona pugui estar malalta i ben atesa. Però què passa quan la persona gran cau malalta sense perspectives de millora?
Quan la malaltia o l’avançada edat redueixen les perspectives de supervivència del pacient entrem en períodes en els quals la persona requereix cures pal·liatives tant a nivell físic com psicològic i, en molts casos, el centre hospitalari o la residència no estan preparats a nivell d’infraestructura i de personal per oferir l’atenció específica que requereixen la persona i els seus familiars en un moment tan delicat.
En els últims anys, seguint una tendència iniciada als Estats Units, estan apareixent els centres denominats centres de cures pal·liatives, que busquen alleujar el dolor físic i emocional de pacients amb malalties terminals i les seves famílies en els seus últims dies.
Si bé és cert que la majoria de les cures pal·liatives van dirigides a persones grans, en aquests centres també s’atenen pacients oncològics i d’altres patologies en fase avançada que pateixen sofriment i dolor, com són la SIDA, la demència o les malalties degeneratives.
En qualsevol cas, sempre es tracta de pacients amb una necessitat de millora de la seva qualitat de vida, alleugeriment del dolor i que requereixen ajuda professional especialitzada que tingui en consideració el seu estat i el dels seus éssers estimats.
És per això que cal dotar els pacients de les infraestructures apropiades perquè rebin el suport professional necessari. Actualment trobem diferents alternatives de centres de cures pal·liatives, des d’unitats incloses dins dels hospitals, fins a centres de dia o equips de cures domiciliàries.
Tanmateix, ens agradaria destacar els centres monogràfics o hospicis, centres dedicats exclusivament a la cura de malalts en situació terminal, amb característiques pròpies i específiques que els diferencien de la resta.
Hospicis d’assistència pal·liativa
Els hospicis es remunten a finals dels anys 60, quan la infermera britànica Cicely Saunders va fundar al sud de Londres el St Christopher ‘s Hospice -el que seria el primer hospici modern- al Regne Unit.
Es tractava d’un centre en el qual es combinaven l’atenció clínica, el suport psicològic, la formació i la recerca. Aquest enfocament holístic va proporcionar una base per a noves maneres de tractar i prestar serveis, que en l’actualitat es desenvolupen arreu del món.
Els hospicis compten amb horaris ininterromputs de visites, tolerància per permetre visites de familiars de poca edat o fins i tot animals domèstics. És per això que són centres amb una política diferent als hospitals.
Actualment la societat tendeix a evitar parlar del morir per resoldre els últims dies de vida com una etapa d’aïllament. Per això a vegades la cura de pal·liatius pot arribar a ser impersonal i, en la majoria dels casos, es para poca atenció a la comunicació entre pacient, familiars i professionals.
En aquest sentit, el disseny de hospicis d’assistència pal·liativa es centra en estendre la cura més enllà del pacient, per donar suport a les famílies, als amics i al propi professional que suporta una important càrrega emocional en el seu dia a dia.
En aquests centres, l’atenció s’estructura a través d’equips multiprofessionals i inclou unitats com el control del dolor, alleujament de símptomes, cures específiques de malalties, suport espiritual, counselling, ajuda social, teràpies complementàries, activitats recreatives, fisioteràpia i atenció al dol.
Vegem en detall els principals criteris a tenir en compte en el disseny d’hospicis.
Criteris de disseny per a hospicis d’assistència pal·liativa
Entre els criteris principals a tenir en compte en el disseny d’hospicis per a l’assistència pal•liativa, potser el més important d’ells és la relació amb la natura.
La capacitat de tenir control personal sobre medi ambient i un sentit de benestar i confort cobren especial importància.
Per això s’ha de considerar la creació d’espais exteriors propis de l’edifici i també com a extensió de l’hospici cap al seu entorn urbà més proper, com jardins, patis o terrasses. Aquests espais de transició també ens permetran integrar l’equipament a la societat, ja que és interessant que aquests edificis no es trobin aïllats.
El control personal de l’ambient interior és també molt important per als pacients. Per això les sales de cures pal·liatives inclouen sovint elements de control lumínic, visual i de temperatura i humitat propers als llits dels pacients, per facilitar el seu ús.
Pel que fa al disseny d’espais interiors la sostenibilitat, durabilitat i seguretat són els tres conceptes clau. És imprescindible plantejar paviments i suports d’adherència en els espais comuns, així com llits adaptats o vàters elevats dins de les habitacions, ja que molt possiblement els pacients siguin d’edat avançada i això els faciliti la seva estada.
També es plantegen espais per als familiars o amics. Es tracta de zones de relació, de visita, per prendre una copa o fins i tot espais més privats on poder relaxar-se. Les habitacions també inclouen la possibilitat que aquests puguin quedar-se a vetllar pels seus éssers estimats.
L’ús de materials i colors naturals com la fusta és un aspecte clau i universal per als acabats interiors de les diferents estances. És important crear ambients càlids i agradables, fugint de la imatge típica d’un centre hospitalari.
El mobiliari i els accessoris també han d’estar basats en l’espai domèstic, contribuint a generar espais més amables i familiars, fugint de la impersonalitat i fent sentir als pacients com a casa per gaudir dels seus últims dies en un ambient alegre i confortable.
Finalment, també cobra especial rellevància la decoració interior que permet humanitzar els espais generant zones de distracció que milloren l’estat d’ànim dels malalts.
En aquest sentit es poden utilitzar des de pintures en els paraments interiors fins a jocs o elements per a realitzar activitats lúdiques, que aconsegueixen enriquir l’espai i fer-lo més amè.
———-
Com sempre, finalitzar recordant el compromís de CASA Solo amb el disseny d’espais sanitaris, com la reforma i ampliació de la residència i centre de dia del Sant Hospital de la Seu d’Urgell, una de les nostres adjudicacions recents.
Com a arquitectes, som un dels passos necessaris de tot aquest procés i el nostre treball pot contribuir a millorar la qualitat de vida dels pacients, familiars i professionals.
Nosaltres assumim aquesta responsabilitat investigant cada dia i posant al servei dels nostres clients hospitalaris tota la nostra experiència i coneixement, per junts aconseguir millorar la qualitat i l’eficiència de l’assistència sanitària al nostre país.
