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Diseño de unidades oncológicas

Como hemos visto en anteriores publicaciones, el diseño de los espacios de un hospital puede contribuir de forma notable al bienestar de los pacientes y al buen funcionamiento del hospital para sus empleados.

Esta responsabilidad, en gran parte en manos del diseño y la arquitectura, es aún mayor en las áreas del hospital en las que los pacientes pasan más tiempo, como es el caso del diseño de unidades oncológicas.

Los pacientes de cáncer visitan de forma regular el hospital, permaneciendo en las instalaciones durante varias horas y esto se prolonga durante largos periodos de tiempo. Por este motivo, es importante que en el diseño de unidades oncológicas se considere todo aquello que pueda mejorar el estado físico y emocional de los pacientes durante su estancia.

En este sentido, será fundamental garantizar las condiciones necesarias para que se sientan en un entorno agradable y tranquilo, para que se sientan como en casa.

Diseño de unidades oncológicas des del punto de vista de los pacientes

Los pacientes acceden a la unidad oncológica por un único punto independientemente del tratamiento o el tipo de cita que tengan programados.

Así, la entrada con el mostrador de recepción y normalmente asociada a una primera sala de espera será el eje central des del que se ramificarán el resto de espacios y actividades.

En muchas ocasiones los tiempos de espera entre distintas consultas son prolongados, por lo que las salas de espera serán unas de las zonas de mayor importancia.

A través de un diseño atento a los requerimientos de los usuarios de las unidades oncológicas, se podrán crear salas de espera que acojan y transmitan serenidad a los pacientes de cáncer.

Cabe considerar que estos espacios no sólo estarán diseñados para los pacientes, sino también para sus familiares o acompañantes, que pasarán tantas horas o más en estas salas de espera.

En el diseño de unidades oncológicas, y en especial en las salas de espera, optar por un mobiliario familiar y cómodo propio de un entorno conocido (sofás, lámparas, mesas bajas, estanterías, etc.) y el uso de objetos cuotidianos que puedan amenizar el tiempo de espera (libros de lectura, revistas) contribuirá a transmitir un estado de relajación, positividad y, sobretodo, de confianza.

Más allá del mobiliario y la ocupación del espacio, la iluminación tendrá un peso considerable en el diseño de unidades oncológicas. Una buena opción será optar por el uso de una iluminación artificial cálida a base de lámparas de mesa que creen una sensación acogedora.

La luz natural adquiere un papel relevante. El contacto directo con la luz del sol, cálida y energizante, la conexión visual con el exterior que nos permite ser conscientes del paso del tiempo y mantener el reloj biológico en hora, así como la situación de la sala de espera con unas vistas agradables del entorno contribuyen a crear un espacio de gran calidad que mejora considerablemente la experiencia y la sensación de bienestar de los pacientes de una unidad oncológica.

Estos mismos criterios se podrán aplicar al resto de salas de tratamiento, consultas o habitaciones de ingreso, procurando a su vez espacios dotados de intimidad y suficientemente amplios como para que siempre pueda haber una persona acompañando al paciente.

La organización de unidades oncológicas

Una unidad oncológica está compuesta por distintas zonas especializadas y relacionadas entre sí que constituyen una unidad independiente del resto del hospital, pero que a la vez debe mantener el acceso a los servicios generales de apoyo al diagnóstico como laboratorio y anatomía patológica, consulta externa y otras unidades funcionales del hospital.

Así, la asistencia del paciente con cáncer implica el funcionamiento coordinado de diferentes recursos y zonas del hospital, unas exclusivas para estos pacientes y otras integradas en unidades de uso más polivalente.

La definición de los recursos necesarios, su modelo organizativo y dimensionado requieren un proceso previo de planificación y programación funcional sobre la base de la aplicación de criterios de equidad, seguridad, calidad de atención, eficiencia y funcionamiento en red.

Criterios de diseño de unidades oncológicas

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La ordenación y el dimensionado de una unidad oncológica vienen determinados por distintas variables, como las características del territorio y de la población, la actividad (necesidades y demandas), los recursos asistenciales o el modelo organizativo.

El modelo de atención al cáncer es uno de los elementos principales que condicionan la organización de los recursos vinculados a la oncología.

Esta unidad especializada proporciona tratamiento a los pacientes mediante dos métodos terapéuticos principales: la radioterapia y la quimioterapia y un tercer método quirúrgico, actividad integrada en la unidad quirúrgica general del hospital.

Según el tipo, la duración y periodicidad de los tratamientos, éstos pueden darse en una unidad especialmente acondicionada para ello, que facilite que el paciente acuda a recibir su tratamiento según una programación de citas, sin que se requiera su internamiento o la utilización de distintas zonas del resto del hospital.

Las distintas zonas de una unidad oncológica

La organización del programa en el diseño de unidades oncológicas depende de distintos factores, pero en general, cada zona presentará su área de atención, de personal y de soporte técnico, aunque algunas de ellas puedan ser compartidas bien con distintas subunidades o con otras áreas del hospital.

Zona de admisión

Esta zona es común a las áreas de radioterapia, quimioterapia y cirugía y debe ser independiente del acceso a otras áreas del hospital.

Presenta un vestíbulo para el control y la recepción de los pacientes, una unidad administrativa, una sala de espera y aseos públicos adaptados.

Zona de consultas

La localización de la zona de consultas, incluidas las consultas de la unidad de oncología médica, el hospital de día onco-hematológico y la zona de radioterapia, constituyen, desde un punto de vista funcional y programático, el área central de la unidad oncológica, por lo que se recomienda que ocupen un espacio fácilmente reconocible tanto para profesionales como para pacientes, que facilite la sensación de acogida al paciente y que permita la integración del trabajo de los distintos especialistas del área.

Las consultas de oncología pueden ser de tipo polivalente, de exploración clínica, de enfermería, citología o de atención psicológica y psiquiátrica, entre otras.

Zona de quimioterapia

La parte central de la zona de quimioterapia son las salas de tratamiento, basadas en la aplicación de drogas antineoplásicas.

Estas pueden estar separadas por paneles o tabiques para proporcionar la intimidad requerida por los pacientes, permitiendo a su vez posibles visitas durante el tratamiento. Esta zona cuenta además con una estación de enfermería por cada 12 módulos de pacientes, en función del tamaño del hospital.

Las salas de administración, así como la zona de farmacia y de personal complementan el área de quimioterapia para la atención óptima de los pacientes.

Zona de radioterapia

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Debido a su complejidad, la zona de radioterapia se tratará en detalle en futuras publicaciones. Se trata de una área que consta de un equipo de aceleración lineal cuyo funcionamiento y dimensionado marcan las pautas de diseño del conjunto de la unidad. En este caso, será necesario el blindaje de los ambientes anexos que deben asegurar la protección necesaria para el resto de pacientes y personal.

La zona de radioterapia, consta además, de una zona de atención, una zona de consultas y despachos, una zona de simulación destinada a preparar y simular el tratamiento al paciente, una zona de planificación radiofísica para el personal y soporte técnico, una zona de tratamientos de teleterapia y braquiterapia, una zona de apoyos generales y una zona de personal.

Como vemos, una unidad oncológica es una de las zonas más complejas y completas del hospital y su planificación debe garantizar su funcionamiento independiente pero manteniendo una cierta relación con servicios generales del resto del hospital como las unidades de diagnóstico o las áreas quirúrgicas.

Por otro lado, la experiencia de los pacientes y su bienestar juega un papel fundamental en el diseño de unidades oncológicas. En nuestro país, cada año se detectan más de 200 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y esta cifra se incrementa cada año como consecuencia del aumento de la esperanza de vida.

Otro dato relevante en relación a la incidencia del cáncer es su prevalencia y ésta se mide en función del tiempo de curación de un paciente. En el caso del cáncer estos datos se obtienen midiendo la supervivencia al cabo de 1, 3 y 5 años lo que nos dibuja un escenario en el que los pacientes van a pasar largos periodos en el hospital y por este motivo es importante garantizar su bienestar.

Contribuir a través del diseño de unidades oncológicas a mejorar el estado físico y emocional de los pacientes es uno de los principales retos de nuestro equipo cada vez que afrontamos el diseño de una nueva infraestructura hospitalaria, pero este objetivo adquiere mayor relevancia en el caso del cáncer, una enfermedad de larga duración en la que el bienestar y emociones del paciente y de sus familiares pueden contribuir positivamente a su mejora.

As we have seen in previous publications, the design of the spaces of a hospital can significantly contribute to the welfare of patients and the proper functioning of the hospital for their employees.

This responsibility, largely in the hands of design and architecture, is even higher in areas of the hospital where patients spend longer periods of time, as in the case of cancer units.

Cancer patients visit the hospital regularly, staying in the facilities for several hours and this continues for long periods of time. For this reason it is important that, in the design of cancer units, anything that can improve the physical and emotional state of patients during their stay is considered.

In this sense, it is essential to ensure the necessary conditions for them to feel in a pleasant and quiet environment, to feel like home.

Design of cancer units from the patients’ point of view


Patients have access to the cancer unit for a single point regardless of the type of treatment or appointment they have scheduled.

Thus, the entrance hall with the reception desk and normally associated with a first waiting room will be the axis from which the rest of spaces and activities will branch.

Often waiting times between different appointments can take long, so the waiting rooms will be one of the areas of greatest importance.

Through a design of cancer units which is attentive to the users’ needs, they can be created waiting rooms that welcome and convey serenity to patients.

These spaces should be considered to be designed not only for patients but also for their relatives or companions, as they will spend as many or even more hours than the patients themselves in these waiting rooms.

In the design of cancer units, especially in waiting rooms, opting for a familiar and comfortable furniture related to a known environment (sofas, lamps, coffee tables, shelves, etc.) and the use of quotidian objects that can liven up the waiting time (reading books, magazines) will contribute to convey a state of relaxation, positivity and, above all, confidence.

Beyond the furniture and the occupation of space, lighting will have a considerable weight in the design of a space for oncology. A good option is to opt for the use of warm artificial lighting based on table lamps to create a cozy atmosphere.

Natural light plays an important role. Direct contact with sunlight, which is warm and energizing, visual connection to the outside that allows us to be aware of the passage of time and keep the biological clock in time as well as the situation of the waiting room with a pleasant view of the environment contribute to an area of high quality that greatly enhances the experience and the feeling of well-being of patients in a cancer unit.

The same criteria can be applied to other treatment rooms, consultation rooms or entrance halls, trying to endow spaces with privacy and width enough so there can always be one person accompanying the patient.

The organization of cancer units

A cancer unit is comprised of various specialized and interconnected areas to form a separate unit from the rest of the hospital, but at the same time maintaining direct access to the general services of support to diagnosis such as the laboratory and pathology anatomy, external consultations and other functional units of the hospital.

Thus, cancer patient care involves the coordinated operation of different resources and areas of the hospital, some exclusive for these patients and other more integrated into multipurpose units.

The definition of the necessary resources, its organizational model and dimensioning require pre-planning and functional programming based on the application of criteria of fairness, safety, quality of care, efficiency and networking.

Design criteria of cancer units

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The management and the dimensioning of a cancer unit are determined by variables such as the characteristics of the territory and population, the activity (needs and demands), health care resources or organizational model.

The model of cancer care is one of the main elements that influence the organization of resources related to oncology.

This specialized unit provides treatment to patients using two main methods of treatment: radiotherapy and chemotherapy and a third surgical approach, integrated in the general surgical unit of the hospital.

Depending on the type, duration and frequency of treatment, they may be in a unit specially equipped for it, to facilitate the patient to receive treatment on a schedule of appointments, without internment or the use of other areas of the hospital.

The different areas of a cancer unit

The organization of the program in a cancer unit depends on several factors, but in general, each area will present its area of care, staffing and support, although some can be shared either with different subunits or with other areas of the hospital.

Admission zone

This area is common to the areas of radiotherapy, chemotherapy and surgery and should be independent to the access to other areas of the hospital.

It presents a control lobby and reception of patients, an administrative unit, a waiting room and adapted public toilets.

Consultation zone

The location of the area of consultation, including consultation of the medical oncology unit, the daily onco-hematological hospital and the radiotherapy area, are, from a functional and programmatic view, the central area of the cancer unit, so it is recommended that they occupy an easily recognizable space for both professionals and patients, to provide the feeling of warmth to the patient and allows the integration of the work of the various specialists in the area.

Consultations related to oncology may be polyvalent, of clinical examination, nursing, cytology or psychological and psychiatric care, among others.

Chemotherapy zone

The central part of the area of chemotherapy is the treatment rooms’ zone, based on the application of antineoplastic drugs.

These may be separated by partitions or panels to provide the privacy required by patients, while allowing possible visits during treatment. This area also has a nursing station for every 12 patients’ modules, depending on the size of the hospital.

Administration rooms and the area of pharmacy and personal complement the chemotherapy area for optimal patient care.

Radiotherapy zone

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The radiation area comprises a linear acceleration equipment whose operation will mark the dimensioning and design guidelines of the unit. In this case, it will be necessary to shield adjacent areas to ensure the proper protection for the other patients and staff.

This zone also consists of an area of attention, an area of consultations and offices, an area of simulation designed to prepare and simulate patient treatment, an area of radiophysics planning and support staff, an area of brachytherapy and teletherapy treatments, general support area and staff area.

As we see, a cancer unit is one of the most complete and complex areas of the hospital and planning to ensure independent functioning while maintaining a certain relationship with the rest of the general hospital services such as the diagnostic units or the surgical areas.

On the other hand, the experience of patients and their well-being plays a key role in the design of these units. In our country, every year more than 200 new cases are diagnosed per 100,000 people and this figure is increasing every year as a result of increased life expectancy.

Other relevant data regarding cancer incidence and prevalence is measured in terms of the healing time of a patient. In the case of cancer these data are obtained by measuring survival after 1, 3 and 5 years which draws a scenario in which patients will be spending long periods in the hospital and for this reason it is important to ensure their welfare.

To contribute to the improvement of the physical and emotional state of patients through design is one of the major challenges of our team each time we face the design of a new hospital infrastructure, but this goal is even more relevant in the case of cancer, a disease of long duration in which the welfare and feelings of patients and their families can have a positive influence on their improvement.

Com hem vist en anteriors publicacions, el disseny dels espais d’un hospital pot contribuir de forma notable al benestar dels pacients i al bon funcionament de l’hospital per als seus empleats.

Aquesta responsabilitat, en gran part en mans del disseny i l’arquitectura, és encara més gran en les àrees de l’hospital en què els pacients passen més temps, com és el cas de les unitats oncològiques.

Els pacients de càncer visiten de forma regular l’hospital, romanent en les instal·lacions durant diverses hores i això es perllonga durant llargs períodes de temps. Per aquest motiu, és important que en el disseny d’unitats oncològiques es consideri tot allò que pugui millorar l’estat físic i emocional dels pacients durant la seva estada.

En aquest sentit, serà fonamental garantir les condicions necessàries perquè se sentin en un entorn agradable i tranquil, perquè se sentin com a casa.

Disseny d’unitats oncològiques des del punt de vista dels pacients

Els pacients accedeixen a la unitat oncològica per un únic punt, independentment del tractament o el tipus de cita que tinguin programats.

Així, l’entrada amb el taulell de recepció i normalment associada a una primera sala d’espera serà l’eix central des del qual es ramificaran la resta d’espais i activitats.

En moltes ocasions els temps d’espera entre diferents consultes són perllongats, de manera que les sales d’espera seran unes de les zones de major importància.

A través d’un disseny atent als requeriments dels usuaris de les unitats oncològiques, es podran crear sales d’espera que acullin i transmetin serenitat als pacients de càncer.

Cal considerar que aquests espais no només estaran dissenyats per als pacients, sinó també per als seus familiars o acompanyants, que passaran tantes hores o més en aquestes sales d’espera.

En el disseny de les unitats oncològiques, i especialment a les sales d’espera, optar per un mobiliari familiar i còmode propi d’un entorn conegut (sofàs, llums, taules baixes, prestatgeries, etc.) i l’ús d’objectes quotidians que puguin amenitzar el temps d’espera (llibres de lectura, revistes) contribuirà a transmetre un estat de relaxació, positivitat i, sobretot, de confiança.

Més enllà del mobiliari i l’ocupació de l’espai, la il·luminació tindrà un pes considerable en el disseny d’un espai oncològic. Una bona opció serà optar per l’ús d’una il·luminació artificial càlida a base de llums de taula que creïn una sensació acollidora.

La llum natural adquireix un paper rellevant. El contacte directe amb la llum del sol, càlida i energitzant, la connexió visual amb l’exterior que ens permet ser conscients del pas del temps i mantenir el rellotge biològic en hora, així com la situació de la sala d’espera amb unes vistes agradables de l’entorn contribueixen a crear un espai de gran qualitat que millora considerablement l’experiència i la sensació de benestar dels pacients d’una unitat oncològica.

Aquests mateixos criteris es poden aplicar a la resta de sales de tractament, consultes o habitacions d’ingrés, procurant al seu torn espais dotats d’intimitat i prou amplis com perquè sempre pugui haver una persona acompanyant al pacient.

L’organització d’unitats oncològiques

Una unitat oncològica està composta per diferents zones especialitzades i relacionades entre si que constitueixen una unitat independent de la resta de l’hospital, però que alhora ha de mantenir l’accés als serveis generals de suport al diagnòstic com ara el laboratori i l’anatomia patològica, consultes externes i altres unitats funcionals de l’hospital.

Així, l’assistència del pacient amb càncer implica el funcionament coordinat de diferents recursos i zones de l’hospital, unes exclusives per a aquests pacients i altres integrades en unitats d’ús més polivalent.

La definició dels recursos necessaris, el seu model organitzatiu i dimensionat requereixen un procés previ de planificació i programació funcional sobre la base de l’aplicació de criteris d’equitat, seguretat, qualitat d’atenció, eficiència i funcionament en xarxa.

Criteris de disseny d’unitats oncològiques

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L’ordenació i el dimensionament d’una unitat oncològica vénen determinats per diferents variables, com les característiques del territori i de la població, l’activitat (necessitats i demandes), els recursos assistencials o el model organitzatiu.

El model d’atenció al càncer és un dels elements principals que condicionen l’organització dels recursos vinculats a l’oncologia.

Aquesta unitat especialitzada proporciona tractament als pacients mitjançant dos mètodes terapèutics principals: la radioteràpia i la quimioteràpia i un tercer mètode quirúrgic, activitat integrada en la unitat quirúrgica general de l’hospital.

Segons el tipus, la durada i periodicitat dels tractaments, aquests poden donar-se en una unitat especialment condicionada per a això, que faciliti que el pacient acudeixi a rebre el seu tractament segons una programació de cites, sense que es requereixi el seu internament o la utilització de diferents zones de la resta de l’hospital.

Les diferents zones d’una unitat oncològica

L’organització del programa d’una unitat oncològica depèn de diferents factors, però en general, cada zona presentarà la seva àrea d’atenció, de personal i de suport tècnic, encara que algunes d’elles puguin ser compartides bé amb diferents subunitats o amb altres àrees de l’hospital.

Zona d’admissió

Aquesta zona és comú a les àrees de radioteràpia, quimioteràpia i cirurgia i ha de ser independent de l’accés a altres àrees de l’hospital.

Presenta un vestíbul per al control i la recepció dels pacients, una unitat administrativa, una sala d’espera i lavabos públics adaptats.

Zona de consultes

La localització de la zona de consultes, incloses les consultes de la unitat d’oncologia mèdica, l’hospital de dia onco-hematològic i la zona de radioteràpia, constitueixen, des d’un punt de vista funcional i programàtic, l’àrea central de la unitat oncològica, per la qual cosa es recomana que ocupin un espai fàcilment recognoscible tant per a professionals com per a pacients, que faciliti la sensació d’acollida al pacient i que permeti la integració de la feina dels diferents especialistes de l’àrea.

Les consultes d’oncologia poden ser de tipus polivalent, d’exploració clínica, d’infermeria, citologia o d’atenció psicològica i psiquiàtrica, entre d’altres.

Zona de quimioterapia

La part central de la zona de quimioteràpia són les sales de tractament, basades en l’aplicació de drogues antineoplàsiques.

Aquestes poden estar separades per panells o envans per proporcionar la intimitat requerida pels pacients, permetent al seu torn possibles visites durant el tractament. Aquesta zona compta a més amb una estació d’infermeria per cada 12 mòduls de pacients, en funció de la mida de l’hospital.

Les sales d’administració, així com la zona de farmàcia i de personal complementen l’àrea de quimioteràpia per a l’atenció òptima dels pacients.

Zona de radioteràpia

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L’àrea de radioteràpia consta d’un equip d’acceleració lineal el funcionament i dimensionament del qual marcaran les pautes de disseny del conjunt de la unitat. En aquest cas, serà necessari el blindatge dels ambients annexos que han d’assegurar la protecció necessària per a la resta de pacients i personal.

La zona de radioteràpia consta, a més, d’una zona d’atenció, una zona de consultes i despatxos, una zona de simulació destinada a preparar i simular el tractament al pacient, una zona de planificació radiofísica per al personal i suport tècnic, una zona de tractaments de teleteràpia i braquiteràpia, una zona de suports generals i una zona de personal.

Com veiem, una unitat oncològica és una de les zones més complexes i completes de l’hospital i la seva planificació ha de garantir el seu funcionament independent però mantenint una certa relació amb serveis generals de la resta de l’hospital com les unitats de diagnòstic o les àrees quirúrgiques.

D’altra banda, l’experiència dels pacients i el seu benestar juga un paper fonamental en el disseny d’aquest tipus d’unitats. Al nostre país, cada any es detecten més de 200 nous casos per cada 100.000 habitants i aquesta xifra s’incrementa cada any com a conseqüència de l’augment de l’esperança de vida.

Una altra dada rellevant en relació a la incidència del càncer és la seva prevalença i aquesta es mesura en funció del temps de curació d’un pacient. En el cas del càncer aquestes dades s’obtenen mesurant la supervivència al cap d’1, 3 i 5 anys el que ens dibuixa un escenari en el qual els pacients passaran llargs períodes a l’hospital i per aquest motiu és important garantir el seu benestar.

Contribuir a través del disseny a millorar l’estat físic i emocional dels pacients és un dels principals reptes del nostre equip cada vegada que afrontem el disseny d’una nova infraestructura hospitalària, però aquest objectiu adquireix més rellevància en el cas del càncer, una malaltia de llarga durada en la qual el benestar i emocions del pacient i dels seus familiars poden contribuir positivament a la seva millora.